Mi vida estaba incierta, las dudas me acechaban,
pasé la adolescencia, mi sencillez dejaba,
la noche entristecía, mis sueños de grandeza,
el día me traía, tan solo ni pobreza.
Yo siempre estaba sola, sin nadie a quien hablar,
era volverse loca, tan sola caminar...
Me decidí por la música,
Para llevar en mi vida,
Mil canciones mil promesas
Con un grito de alegría.
Me decidí por la música,
Para cantar al mendigo,
A ese niño abandonado,
Al que sufre al herido,
Al amor incomprendido,
A quien llora en un rincón,
Al poeta enamorado,
Le dedico mi canción.
No encontraba el camino, que me hiciera feliz,
Pensaba en mi destino, y que seria de mi,
Pensaba en otras almas, quien me podrá ayudar,
A quien contar mis penas, a quien poder amar,
Buscaba algún motivo, donde poder hallar,
Razones que a mi vida, la hicieran variar.
CELIA MUR, voz
CHRIS WIESENDANGER, piano
BEN STREET, contrabajo
ANTONIO SANCHEZ, batería
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